Kike Hernández disparó un home run y produjo cinco carreras para que los Dodgers de Los Ángeles arrollaran el jueves 8-1 a sus archirrivales Gigantes de San Francisco, en un parque sin público, al inaugurarse la campaña abreviada por el coronavirus.
Mookie Betts, quien puso una rodilla en tierra durante la interpretación del himno nacional, bateó de 5-1 en el encuentro que marcó su debut con los Dodgers.
Betts se ponchó tirándole en su primer turno, un día después de firmar un contrato por 12 años y 365 millones de dólares.
Justin Turner bateó una roleta. En jugada de selección, Betts superó el tiro al plato para que los Dodgers tomaran la ventaja por 2-1 en la séptima entrada.
Los Gigantes desafiaron la marcación del umpire, quien declaró que Betts llegó safe al deslizarse de cabeza en home. La repetición avaló la decisión original.
Betts se ponchó con las bases llenas para poner fin a un inning que incluyó cinco carreras y que dejó a los Dodgers en ventaja por 6-1.
Dustin May se convirtió en el primer novato de los Dodgers en abrir un juego inaugural desde 1981, cuando lo hizo el mexicano Fernando Valenzuela.