¡Que viva el Rey de la Europa League! El Sevilla es amo y señor del torneo, porque por cuarta vez en las últimas siete ediciones, ganó el título ahora al derrotar al Inter de Milán 3-2 en la Gran Final disputada en Stadion Köln en Colonia, Alemania.
El equipo andaluz ha establecido una hegemonía en el segundo torneo de clubes más importante de Europa, no solo porque ganó su cuarto título de Europa League en siete años, sino también porque es el máximo ganador del torneo, con un total de seis, separándose a tres del Inter que se quedó con tres y que no gana un título europeo desde 2010 cuando ganó la Champions, además de que no gana la Europa League desde 1998.
Sevilla es un equipo experto, maestro en ganar el torneo, pero en esta final le costó bastante trabajo, sobre todo porque a los tres minutos, un penal de Diego Carlos sobre Romelu Lukaku le dio la oportunidad al Inter de adelantarse en el marcador.
Al equipo italiano le duró poco el gusto, porque apareció el goleador holandés Luuk de Jong, para empatar a los 12 minutos con un certero cabezazo dentro del área chica, luego de un buen centro por la derecha que realizó Jesús Navas.
Fue un primer tiempo trepidante y el propio de Jong marcó el doblete para poner arriba al Sevilla al 33′, otra vez con un soberbio cabezazo que clareó al arquero Samir Handanovic que pese a intentar desviar la bola, nunca pudo alcanzarla.
El Inter ahora era el obligado a regresar en el duelo, y apareció un viejo lobo de mar, el uruguayo Diego Godín al 36′, para con la especialidad de la casa, también de cabeza, empatar el 2-2 antes de irse al medio tiempo y dejar el juego abierto para la parte complementaria.
Y en el segundo tiempo jugó la experiencia a favor del Sevilla, mientras el Inter falló todas las que tuvo. Al 74′, Diego Carlos, se reivindicó tras cometer penal a Lukaku, con un remate de chilena dentro del área, que terminó metiéndose en la portería del Inter, gracias a un desvío del propio delantero belga.
La UEFA le dio el gol al brasileño, aunque la bola antes del desvío al parecer tenía dirección hacia la línea de meta. Inter tuvo para seguir en la pelea por el título, principalmente con dos jugadas, una en un contragolpe en el que Romelu Lukaku tuvo todo para definir de mejor manera, pero el balón se lo tapó el arquero Yassine Bounou con la pierna, y también, con otra jugada en la que casi el esférico se mete dramáticamente a la portería sevillana, pero fue salvada en la línea.
Al equipo neroazurri no le alcanzó el tiempo y el Sevilla se consagró de nueva cuenta como el Campeón de la Europa League, amo y señor del certamen, el máximo ganador del torneo de un certamen en el que los andaluces no fallan a la hora de buscar la gloria.