El alcalde de Niza, Christian Estrosi, describió el ataque en la iglesia como «terrorista»
El terrorismo islámico volvió a atacar de nuevo a Francia, con tres muertos por arma blanca en un ataque cometido este jueves en una iglesia de Niza (sureste), en el tercer atentado en poco más de un mes.
Un hombre mató a dos personas dentro de la Basílica de Nuestra Señora, en el centro de la ciudad, y a otra persona fuera del templo, antes de ser herido y detenido por agentes de la policía municipal.
El presunto autor gritaba de forma repetida «Alá es grande», según declaró a la prensa el alcalde de Niza, Christian Estrosi, quien indicó que una de las víctimas podría haber sido decapitada. Las autoridades aún no han divulgado información sobre el detenido.
El Gobierno reunió inmediatamente un gabinete de crisis y elevó el nivel de alerta terrorista en todo el país a «urgencia atentado», el máximo de la escala, previsto para momentos de riesgo de amenaza terrorista «inminente» o después de que se produzca un ataque.
El presidente francés, Emmanuel Macron, viajó a Niza y está previsto que pronuncie esta tarde unas palabras a la puerta de la iglesia. La Fiscalía Terrorista se ha hecho cargo del caso.
El primer ministro, Jean Castex, consideró «innoble, bárbaro y abyecto» el atentado y prometió una respuesta «firme, implacable e inmediata», según dijo ante la Asamblea Nacional, donde estaba defendiendo la decisión del Gobierno de imponer un nuevo confinamiento nacional contra la pandemia.
El atentado tuvo lugar a las 9.00 horas (8.00 GMT) en la basílica de Nuestra Señora de la Asunción, en pleno centro de Niza, cuando un individuo penetró en el templo y atacó con arma blanca a dos mujeres y al sacristán.
Según algunos medios, trató de degollarlos, el mismo método que utilizó hace dos semanas otro individuo para asesinar al profesor Samuel Paty en Conflans-Sainte-Honorine, a las afueras de París, que había mostrado caricaturas de Mahoma a sus alumnos.
La policía acordonó la zona de forma inmediata y los artificieros se trasladaron al lugar de los hechos, en el que se escucharon varias detonaciones que la Prefectura atribuyó a sus operaciones.
El atentado fue condenado de forma unánime por todo el país, incluyendo el Consejo Francés del Culto Musulmán, cuyo presidente, Mohammed Moussaoui, manifestó su solidaridad con las víctimas de «este acto abyecto» y con la comunidad católica.
La Conferencia Episcopal de Francia pidió que todas las iglesias del país hagan sonar sus campanas hoy a las 15.00 horas en señal de homenaje a las víctimas.
Además, un hombre que este jueves por la mañana amenazaba con un arma en la calle a los transeúntes en la ciudad francesa de Aviñón, en el sureste del país, fue abatido por la policía, aunque por ahora no se ha confirmado si tenía motivaciones terroristas.
Fuentes policiales citadas por «La Provence» indicaron que el hombre, que llevaba una pistola, ha muerto y no hay heridos.
El ataque de hoy es el tercero de este tipo que sufre Francia en poco más de un mes, después de que el 25 de septiembre un hombre hiriera gravemente a dos personas junto a la antigua sede del semanario satírico Charlie Hebdo, y de que el 16 de octubre otro decapitara a un profesor de secundaria que había mostrado caricaturas de Mahoma en una clase sobre libertad de expresión.
Todos los ataques fueron cometidos con arma blanca y por hombres que actuaban en solitario.