Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) divulgado este jueves 13 indicó que 43 por ciento de las escuelas de todo el mundo carecían, al cierre de 2019, del acceso a lavarse las manos con agua y jabón, requisito de higiene indispensable para que puedan funcionar con seguridad ante la pandemia.
La educación de los niños “debemos priorizarla, y para ello es necesario garantizar que las escuelas estén en condiciones de reabrir en forma segura y que dispongan de acceso a la higiene de las manos, agua potable limpia y un saneamiento adecuado”, afirmó Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef.
El examen de las escuelas hecho por Unicef y la OMS mostró que casi 818 millones de niños, entre los 1900 millones de estudiantes de todas las edades, asistían en 2019 a escuelas sin los requisitos de higiene indispensables.
De esos 818 millones, 355 millones iban a escuelas en las que había instalaciones con agua, pero no jabón, y 462 millones acudían a escuelas en las que no había ni jabón ni agua para lavarse las manos. Una tercera parte de los niños con esas carencias esenciales, 295 millones, vivían en África subsahariana.
En los países menos desarrollados, siete de cada 10 escuelas carecen de instalaciones básicas para el lavado de manos, mientras que la mitad de esos centros de enseñanza no disponen de servicios básicos de agua y saneamiento.
En una de cada tres escuelas de todo el mundo el servicio de agua potable era limitado o inexistente en 2019, y 698 millones de niños carecían de servicios básicos de saneamiento en su escuela.
En los 60 países con mayor riesgo de sufrir crisis humanitarias y de salud debido a la covid, tres de cada cuatro niños no tenían servicios básicos para lavarse las manos en su escuela al comienzo del brote, la mitad de todos los niños carecían de servicios básicos de agua y más de la mitad no disponían de servicios básicos de saneamiento.
El acceso a esos servicios “es esencial para prevenir y controlar eficazmente la infección en todos los escenarios, incluidas las escuelas”, dijo por su parte el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Esa debe ser la prioridad de los gobiernos a la hora de diseñar sus estrategias para que las escuelas vuelvan a abrir y funcionen en condiciones de seguridad durante la pandemia mundial”, sostuvo Tedros.
El informe da por sentada la necesidad de abrir las escuelas oportunamente pues “están bien documentadas las pruebas que demuestran los efectos negativos de su cierre prolongado sobre la seguridad, el bienestar y la educación de los niños”.
Unicef, la OMS, el Banco Mundial y otras entidades producen directrices sobre la mejor reapertura posible de las escuelas, que incluye medidas de higiene, el uso de equipos de protección personal, la limpieza y desinfección, acceso al agua limpia, estaciones para lavarse las manos con jabón, y retretes adecuados.