Agencias
Este martes, la Unión Europea y el Reino Unido reanudaron conversaciones sobre sus relaciones después del Brexit, en las que los europeos insisten en que las partes deben resolver sus diferencias más importantes y llegar a un acuerdo para octubre.
Gran Bretaña salió oficialmente de la UE el 31 de enero, el primer país que se retira del bloque comercial más grande del mundo, pero permanece en la zona económica libre de aranceles hasta fin de este año.
Las partes discrepan sobre la ayuda estatal a las empresas, así como en materia de pesca. El gobierno británico se opone a los reclamos de la UE, de acceso a largo plazo a las aguas británicas. Las dos partes dicen que quieren evitar la hipótesis de salida “sin acuerdo”, que significaría la imposición de aranceles y otras restricciones al comercio.
Están previstas cuatro jornadas de negociaciones esta semana.
Después de una sexta ronda el mes pasado, el negociador europeo Michel Barnier advirtió que “debemos llegar a un acuerdo en octubre a más tardar para que nuestro nuevo tratado entre en vigencia el 1 de enero del año próximo”.
“Esto significa que nos quedan pocas semanas y que no debemos dejarlas pasar”, afirmó.
Gran Bretaña quiere un acuerdo de libre comercio similar al que la UE negoció con Canadá. La UE quiere garantizar que las dos partes apliquen normas similares en cuanto a derechos laborales, el ambiente y los subsidios gubernamentales, entre otros asuntos, antes de discutir semejante acuerdo.
La semana pasada, el negociador británico David Frost tuiteó que Londres “no aspira a un acuerdo especial o singular. Queremos un acuerdo que en lo esencial sea un tratado de libre comercio como el que ha acordado la UE con otros países amigos como Canadá”.