Canadá. Un par de iglesias fueron destruidas y dos más quemadas en la región de Okanagan, Columbia Británica, Canadá, tras el descubrimiento de los cuerpos de más de 750 menores indígenas en un internado operado por la Iglesia Católica, informó el HuffPost.
El jefe de la banda india de Lower Similkameen, Keith Crow, afirmó que recibió una llamada alertando que la Iglesia de Choapaka estaba en llamas y, cuando llegaron al lugar, solo encontraron cenizas, indicó el medio canadiense CBC.
El jefe de la tribu Cowessess, Cadmus Delorme, indicó que dicho descubrimiento no es una “fosa común”, sino de “tumbas sin nombre” en un cementerio supervisado hasta 1960 por la Iglesia Católica y que después las retiró.
Las tumbas se encontraron en la Escuela Residencial Indígena Marieval, la cual operó desde 1899 hasta 1996 donde ahora reside la tribu Cowessess, a 140 kilómetros del este de la ciudad de Regina, capital de la provincia de Saskatchewan, que fue demolida, pero la Iglesia y el cementerio fueron conservados.
Las residencias escolares se establecieron en Canadá a principios del siglo XIX para integrar a los indígenas al país y las cerraron en 1996. Eran 139 instituciones operadas por la Iglesia Católica y los niños eran sacados a la fuerza de sus comunidades y enviados a estos internados para que olvidaran sus lenguas y sus costumbres.
Esta residencia fue inaugurada en 1890 y para 1950 tenía 500 alumnos. Los niños amerindios, mestizos e inuit sufrieron abusos sexuales, torturas físicos y psicológicos de manera sistemática o realizaron “experimentos” con ellos.