Una decena de policías, y aspirantes a agentes de seguridad pública del municipio de General Cepeda, se sublevaron y persiguieron en dos patrullas, con las torretas encendidas, al alcalde Juan Gilberto Salas Aguirre, quien iba en su camioneta rumbo a su casa.
“No fue ningún intento de secuestro, pero pretendían obligarme a que no removiera de su cargo a la jefa de la policía, Dalila Nájera”, dijo el presidente municipal a El Universal.
Aseguró que ya los despidió y fueron suplidos por oficiales de la Guardia Nacional y de Seguridad Pública del Estado mientras contratan nuevos oficiales.
Salas Aguirre reconoció que lo sorprendieron, sin embargo reaccionó de inmediato, solicitó y obtuvo apoyo de autoridades estatales y federales que acudieron rápidamente a su llamado de auxilio.
Desde el lunes por la noche, la secretaria de Seguridad Pública, Sonia Villarreal Pérez, envió elementos y la Guardia Nacional también, quienes se hacen cargo provisionalmente de la seguridad del pueblo.
“Querían obligarme a que no removiera de su cargo a la jefa de la corporación, Dalila Nájera”, apuntó.
Por acuerdo del Consejo de Seguridad, añadió, ella pasaría a ser la directora de Protección Civil, donde estuvo antes de nombrarla delegada de Seguridad Pública.
“Yo no accedí a sus exigencias y les respondí que los vería luego en la presidencia y me fui”, agregó.