ACONTECER DE LA SELVA
Ignacio Verástegui Alfonso
“La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular” – Edmond Thiaudière
Candidatos con propuestas retocadas
Lo prometido es deuda. A punto de concluir el actual proceso electoral, y que los ciudadanos acudan a las urnas el próximo domingo, retomamos la tinta después de un breve ayuno de comentar los asuntos del acontecer semanal, derivado de escuchar, o leer, las “propuestas” de la mayoría de los candidatos a diputados, locales y federales, y presidentes municipales que rayaron desde la escases de ideas o la sobreabundancia, en pocos casos, que dicen ser los nuevos salvadores del municipio o del distrito, sin tener en cuenta que el dinero no les va a alcanzar en sus tres años de ediles o de que sus ideas ya están plasmadas en las leyes. Lo anterior a este Acontecer, le produce hueva, es solo más de lo mismo. En fin, aquí vamos de nuevo.
Hace un siglo que Bernard Mannes Baruch dijo una frase que hasta nuestros días sigue vigente: “Vota a aquel que prometa menos. Será el que menos te decepcione.” Y tomando esa premisa, para el caso de los candidatos a ediles, propongo que a la hora de votar se tome en cuenta cuál es el que tiene la preparación necesaria y el conocimiento de la problemática del municipio, cuál es su experiencia en el sector público y si cumplió bien con la encomienda, quiénes conforman su planilla (que no sean simples levantadedos), qué personajes están apoyando su campaña, de dónde obtuvo el dinero para su campaña, qué tan probables, financieramente, son sus propuestas. Tarea difícil para los ciudadanos la de razonar el voto, pero hay que hacerlo, y sobre todo, ejercerlo.
Ya estamos en la recta final de la campaña, por lo que los candidatos, andan en busca del voto indeciso con promesas que rayan en la utopía. No toman en cuenta -ya que les vale un soberano sorbete- los recortes y planes de austeridad de la 4T federal y estatal, y se llenan la boca anunciando proyectos y obras de las que si les va bien pondrán la primera piedra. Lo importante es que el mensaje se afiance en los electores, el sentido común es el que menos importa. Unos dicen que crearán miles (diría Cajita) de empleos, otros que harán del municipio un paraíso cultural y deportivo, además de que ya no habrá inseguridad ni corrupción. Ya veremos que a los pocos meses de estar al frente de la administración municipal estarán desdiciéndose de lo prometido, haciendo a un lado sus falsedades de campaña, excusándose en lo mal hecho de su antecesor -que obviamente tienen razón, pero para eso se vota, para mejorar las cosas no para que sigan igual o peor, ni para que haya excusas-, o que hay facturas no pagadas que comprometen su gestión. El buen candidato le apuesta a la participación ciudadana sin distingos partidistas para centrarse en la mejora de los servicios municipales, banquetas, agua, alumbrado público y caminos rurales, no el que proyecte grandes obras que luego son elefantes blancos, el que se acerque más a esto debe contar con nuestro voto.
En el microuniverso palencano algunos candidatos más que propuestas se dedican un día sí, y otro también, a denostar al adversario, que raya en lo personal. Se declina para ver que se pesca, reciben cascajo electoral que significan gritos y sombrerazos -pero nada de sustancia gris-, se hacen denuncias ante los tribunales mediáticos para presionar a la autoridad electoral y si acuden al IEPC o la FEPADE no aportan, en la mayoría de los casos, pruebas que sustenten sus acusaciones.
Casi todos los políticos mexicanos que se han formado al “ahí se va”, no se les da la aritmética, suman restando, dividen en lugar de multiplicar, ojalá algún día podamos ver en Palenque a un candidato, y luego presidente municipal que sepa aplicar la aritmética en la política.
*Lo que se juega en la elección federal, retroceder o avanzar
Un breve recordatorio de lo que significa la elección actual, en lo federal. En la elección de 1997 el PRI, que era el partido de Estado, perdió la mayoría en la Cámara de Diputados, lo que terminó con el poder absoluto del Presidente. Antes de eso no había en México derechos elementales como el acceso a la información la libertad de expresión, el manejo ciudadano de las elecciones. Esto no ocurrió de un día para otro, las reformas políticas se dieron en 1977, 1990 y 1996; los cambios en la orientación económica desde 1985; se dejó atrás el aislacionismo con el TLC, y se logró la autonomía de la Corte en 1994 y el Banco de México en 1995.
Ante la caída del corporativismo priista, de 1997 hasta nuestros días, las libertades se han ido ampliando, pero los vacíos en los espacios de poder fueron ocupados por líderes sindicales, sociales y gobernadores, con intereses propios. Los abusos cometidos por estos personajes han sido interpretados como defectos de la democracia. La realidad es que son fragmentos de un régimen autoritario que se ha mantenido en algunas partes. Acabar con ellos es un proceso lento, en el que se avanza poco a poco.
Hasta 2018, en siete elecciones desde 1997 para tener nuevos diputados federales, la ciudadanía intentó, a través del voto, un gobierno dividido, el Ejecutivo en unas manos y el Legislativo en otras, y de esa manera obligar la negociación política y llegar a la construcción de acuerdos, para enriquecer las grandes decisiones nacionales. Desafortunadamente los gobiernos en turno desatendieron el dictado de las urnas y abdicaron de la política.
Veintiún años después, la ciudadanía o la mayoría de ella optó por ensayar la otra fórmula: la del gobierno alineado, el Poder Ejecutivo en unas manos y el Legislativo también. Reacios a hacer política, el electorado regresó a los políticos al punto de partida.
Por eso la renovación de la Cámara de Diputados en esta ocasión es importante. Decidiremos con nuestro voto si continuamos en ese proceso de afianzar las instituciones, que son el contrapeso ciudadano ante las arbitrariedades del poder público, o queremos regresar a un sistema autoritario como el que duró 80 años. En el actual gobierno federal no hay respeto por la Constitución, ni por la división de poderes, ni se tiene empatía frente a la ciudadanía.
La opción para este domingo 6 de junio es muy clara, hay que continuar el difícil proceso de construir mejores reglas para la convivencia, aún con sus defectos que sea decisión de todos, no solo de una persona.
*Después de la votación, habrá más de lo mismo
La próxima semana ya veremos si continúa el empecinamiento presidencial de desacreditar a la autoridad electoral, exhibiendo casos que él considera fraudulentos y seguir señalando que el INE es parcial en sus investigaciones y sanciones.
Los partidos y sus candidatos perdedores, presentarán, como cada tres años, sus quejas y denuncias ante el IEPC, el TEECH, el INE o la FEPADE, que en algunos casos será una estrategia de propaganda electoral en contra de los candidatos ganadores y así no matarles la esperanza a sus seguidores, lo ideal sería que sus argumentos vayan acompañados de las pruebas necesarias y poder revertir algún triunfo ilegal.
Hasta la próxima semana que, ya tendremos un adelanto de lo que nos espera en el congreso, local y federal, y sobre todo lo que le espera a nuestro municipio: avance, estancamiento o retroceso.